Estoy convencido de que las distintas estaciones que acompañan el pasar de nuestros años marcan, de algún modo, nuestro estado de ánimo; nuestra predisposición o indisposición ante algo o alguien; nuestra actitud ante la vida; nuestras reflexiones; nuestro aprendizaje o enseñanzas… El que ‘este lugar llamado Mundo’ gire y gire, ‘sin consultarnos’, y sin pedirnos opinión, puede condicionar nuestra existencia.
Sin embargo, intento rodearme de ‘primavera’ siempre (o siempre que puedo). Y cuando no ‘la encuentro’ o siento que ‘la he perdido’, intento parar; frenar mi acelerada vida; respirar profundo, y pensarla. Estoy enamorado de ‘mi primavera’ y a Ella le hablo en estos versos; y a Ella vuelvo siempre que me siento perdido. Llegó sin yo saberlo y ahí está, a mi lado. Siempre a mi lado.
Quiero compartir estos versos contigo. Quizá tengas ‘tu primavera’; o quizá sea ‘tu invierno’; o ‘tu otoño’; o ‘tu verano’. Qué más da la estación que te guste sentir a tu lado cuando lo necesitas, si ella te reconforta…, qué más da. Yo vivo cada estación en toda su intensidad, pero siempre me gusta dormir abrazado a ‘mi primavera’. Me gusta verla primavera.
Si te apetece puedes escuchar estos versos.
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Me gusta verte
primavera
tu mirada regala
la luz que mis ojos
buscan
tras el frío invierno
y pintas en mi corazón
campos de flores multicolores
que alegran las sendas por las que camino.
Me gusta sentir tu palpitar
primavera
eres la sístole y diástole
que acompañan el ritmo
que el reloj del tiempo
huérfano de horas y minutos
ausente de manillas largas
carente de manillas cortas
marcan el principio y el fin
de la existencia.
Me gusta verte
me gusta sentirte palpitar
me gusta tu compañía
primavera
tal vez regresen otros veranos
quién sabe si llegarán nuevos inviernos
quizá retornen diferentes otoños
tú siempre estarás a mi lado
pues naciste cuando yo nací
aun sin saberlo
y partirás cuando yo parta
aun sin quererlo.
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😉
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