Quizá deberíamos sosegar nuestra vida. Quizá deberíamos detenernos y pensar. Quizá deberíamos recordar que nada se repite. Quizá deberíamos dejar de perder el tiempo, pues es escaso, aunque no nos lo parezca. Quizá, solo quizá, deberíamos hablar más con nosotros mismos, a ‘calzón quitado’, sin la cobardía que esconden las mentiras. Quizá deberíamos escuchar más ‘al sabio’, y menos al ‘encantador de serpientes’.
Vivimos momentos de confusión y engaños. Vivimos tiempos de mentiras y medias verdades. Respiramos ‘palabras contaminadas’ que manan de bocas y mentes cuyo hedor espantaría a la más cruel de las alimañas. Cuando parece que todo se tambalea en derredor me gusta mirar, me gusta escuchar, me gusta sentir, como siente, escucha y mira la Naturaleza. Nos observa, a veces, con lágrimas en su mirada cuando siente nuestra ignorancia.
Esta mañana, ha amanecido como una mañana más de un otoño que parece no querer llegar, pero llegará, pues debe llegar. Sobre la cama he mirado el pedazo de cielo que troquela mi ventana y he visto el intenso azul del cielo saludar mi despertar. Le he sonreído y le he pensado. He escuchado el suave viento que movía el visillo que adorna nuestra habitación, y le he sonreído y le he pensado. Él o el cielo, me han traído estos versos que ahora comparto.
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Si te apetece puedes escuchar estos versos
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Me levanto esta mañana
de otoño
como cualquier otra diferente
mañana de otoño
y miro
admiro
respiro
suspiro
y sonrío
al río que lleva sus aguas
por montañas y riscos
por gargantas y valles
hasta alcanzar su destino
hasta alcanzar la mar
su mar.
Me levanto esta mañana
de otoño
como cualquier otra diferente
mañana de otoño
y escucho al viento
y siento
sediento
tiento
cierto
lamento
insoportable tormento
de aquel que carga el tiempo perdido
en su mochila sobre la espalda
pretendiendo alcanzar lo inalcanzable
cuando las sombras van venciendo a la luz
que paciente iluminaba el caminar
su caminar.
Amanecerán
danzarán
regresarán
cantarán los ríos y los vientos
los vientos y los ríos
entre mares y montañas
entre ciudades y aldeas
entre cumbres y valles
entre caminos y veredas
no amanecerán ya mi mirada
no danzará ya mi alma
mas todo será nada
y nada será todo.
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