No sé si os ha sucedido alguna vez. Viajar en un transporte público; autobús, metro, cercanías… y fijaros en las ‘personas desconocidas’ que acompañan vuestro viaje. Viajan solas. Leyendo; escuchando música; escribiendo; en silencio… Alguno de ellos o de ellas parecen viajar ausentes. Sus miradas parecen no tener un destino en el que descansar; en el que fijarse; en el que pensar. Viajan ‘ausentes’. ¿Aparentemente ausentes? ¿Definitivamente ausentes?
Yo sí me he fijo en las personas que acompañan ‘mi viaje’, vayan donde vayan. Fabulo pensando de dónde vienen; hacia dónde van; cómo pueden ser sus vidas… Me fijo en sus miradas. Pensando en todo ello he querido compartir unos versos, pues cada vez me parece que estamos más solos aunque vivamos rodeados de otras personas. Los pueblos se abandonan. Las ciudades se colman ‘de vidas’. Y sin embargo, pienso que cada vez ‘estamos más solos’.
Hay veces en las que la soledad es una opción. Me parece genial. Faltaría más. Creo que todos y todas, en algún momento, necesitamos de ese tiempo y de ese espacio para ‘reorganizar’ y ‘repasar’ nuestra vida. Si bien, hay veces que miro ojos que no miran. Que están perdidos. Ausentes. Vacíos. Huecos. Silenciosos. Para todos aquellos y aquellas que ya no se encuentran en el espejo, o que se siguen encontrando, vayan estos versos.
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Si te apetece puedes escuchar estos versos
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Se miró al espejo
y no se reconoció
no había pasado tanto tiempo
desde la última vez
que se reencontró
con aquel que hoy vagaba perdido
no recordaba nada
no recordaba porqué.
Ojos que ya no miran
vacíos, huecos, tristes, silenciosos…
tristes como una noche sin luna
huérfana de titilantes estrellas
huecos como la cueva vacía
abandonada por el viejo ermitaño
vacíos como el pozo que secó el verano
donde tan solo anida la ausencia
silenciosos como el espacio que hurta
el tañido de una campana
entre un sonido y el que le precedió.
Dónde se perdió su mirada
qué oscuridad decidió
sepultar esa luz
que brilló desde el primer instante
quién apagó su alma.
Sentado en ese vagón de Cercanías
entre tantos ojos
entre otras miradas
parece un fantasma
en busca de su ignorado destino
habitando un limbo que no le pertenece
caminando por donde nadie camina.
Yo conocí esos ojos
cuando miraban la vida
cuando soñaban la vida
reían a la vida…
sin embargo
ahora nada miran.
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