Hace dos meses fui abuelo. Maravilloso. Único. Fantástico. Es-pec-ta-cu-lar. Con el nacimiento de mi nieta sentí en mi interior una sensación agradablemente extraña que inundaba todo mi interior. No sabría describirla con claridad, pero percibí que ‘algo’ en mí hacía que mirase la vida de diferente manera. Separando ‘mágicamente’ lo importante de lo urgente, dejando a un lado todo aquello que aporta nada y que cada día intenta adueñarse de nuestra vida ensombreciéndola.
La conocía por vídeos y fotografías –es lo que tiene ‘la tecnología’–, pero hasta ahora no había tenido la ocasión de encontrarme con ella. Tenerla en mis brazos. Sentir su piel junto a mi piel. Mirar sus ojos mientras ella ‘miraba’ los míos. Verla dormir en mis brazos, en su cochecito, en su cuna… Sentir su respiración agarrándose a la vida igual que se abrazan, a la tierra firme, las raíces de una semilla que germina tras recibir la esperada lluvia. Agradecer la vida a la Vida con mis ojos desbordados de felicidad.
Le diría muchas cosas maravillosas que ya la están aguardando. Le hablaría de lo bello que es vivir. De primaveras y de otoños. De inviernos y veranos. Del mar y de la luna. Del arco iris tras la lluvia. De mi amor hacia ella. Del amor de su tía y de sus padres. De tantas y tantas cosas… Pero, poco a poco, la vida solo ha hecho que empezar. Permitidme que comparta mi felicidad con tod@s vosotr@s en estos versos.
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Si te apetece puedes escuchar estos versos
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Tenerte junto a mi pecho
sintiendo latir la vida
con los movimientos libres
de tus brazos y tus piernas
asirte a mis dedos
con tus diminutas manos
como si temieras perderte
en este mundo aún desconocido.
Mirarte como se mira un milagro
que nace de una mujer
de una hija a la que se ama
como se aman las noches
y los días
y los amaneceres y los otoños
y los besos y los abrazos
y las lágrimas que brotan de la felicidad.
Fijar tu sonrisa en mi sonrisa
guardándola en ese único lugar
en el que reúnen alborozados
los recuerdos que nacen
solo de lo que es amado.
Escuchar los incomprensibles sonidos
que descubren tu garganta
a modo de juego
sin decir nada
o quizá queriendo decirlo todo
pues nada es lo que parece
y todo es lo que te resta por vivir.
Maravilloso soplo de vida
que llegas para ser amada
con las manos vacías
sin equipaje ni cargas
con la única obligación de ser feliz
eligiendo solo un verdadero camino
el tuyo.
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Me encanta Chema, son todas esas palabras que llevo en el corazón porque además aunque sea un niño y el octavo, no hay ninguna diferencia, mi nieto ha nacido hace una semana y comparto todos tus sentimientos hacia esos pequeños locos bajitos que nos enamoran desde el momento que los cogemos en brazos, es diferente, difícil de explicar porque a estas alturas de la vida y mirando hacia atrás, no se encuentra ningún sentimiento que se le parezca.
Gracias por tus palabras, mi querida Amiga.
Estoy de acuerdo contigo. No hay un sentimiento parecido a este. Cuando se habla de ‘amor verdadero’; de ‘amor sin condiciones’; o de la palabra ‘Amor’ a la que se le añade algún ‘apellido’ que vaya acorde con el corazón y los sentimientos, no sabría con cuál quedarme.
Vaya pues, por las abuelas y abuelos; vaya pues, por las nietas y nietos.
Besos, siempre
Qué decir a tan bellas palabras, a tan bellos sentimientos plasmados en versos… Gracias. Gracias por ser su abuelo, por ser mi padre… Gracias por tener a su tía, por tener a mi hermana. Gracias. Siempre
Gracias, mi Amor, por tu llegada.
En ese momento de mi vida, en ese momento de tu vida comenzaron muchas cosas. Nunca imaginamos hasta dónde llegaría, ni siquiera alcanzamos a imaginar hasta dónde llegaremos. Sin embargo, sí hay una cosa que he tenido clara desde aquel primer instante. Te quería. Y ahora puedo asegurar que te quiero y que siempre te querré. Y que te admiro. Y que te respeto. Besos.