Unos versos para los recuerdos de una mirada en este domingo de julio

hex0Algunas veces cuando viajo en autobús por mi ciudad, o en cualquier otro medio de transporte público, observo muchas mujeres de otros países, de todas las latitudes, que van a sus trabajos. En la mayoría de las ocasiones observo en su mirar cierta tristeza. Muchas de ellas no tienen a sus hijos o hijas aquí. Siguen en sus países con abuelos o familiares y en el mejor de los casos pueden encontrarse un par de veces al año. También hay mujeres españolas que viven lejos de sus hijas o hijos, por la circunstancia que sea.

Pensando en todas y cada una de ellas, de aquí o de allá, he querido escribir estos versos. En mi entorno conozco varios de estos casos e imagino su sufrimiento. Soy capaz de asegurar que, en ocasiones, esa ausencia proporciona un dolor físico imposible de paliar con un analgésico, pues este dolor nace en el alma y tan solo se cura con el encuentro (o el reencuentro).

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