¿Te has mirado al espejo esta mañana? ¿Te has mirado alguna vez frente al espejo? No me refiero a si el pelo está de una forma o de otra; o si te ha salido algún granito en la cara; o si te has levantado con ojeras; o te ha salido alguna arruga con la que no contabas, tan pronto; o debes depilarte las cejas; o recortarte la barba o el bigote… Me refiero, a si te has mirado a los ojos, frente a frente. Y después de un instante te has hablado.
No es que esté loco (creo), sencillamente me refiero a pararte frente al espejo y reconocerte; hablarte; sincerarte; y, desde luego, jamás engañarte. Creo que no hay nada más patético que aquel (o aquella) que pretende engañarse. Es imposible. Es absurdo. Reflexionando sobre ello, desde hace varios días, hoy dejo estos versos en este lugar de encuentro.