Pocas cosas hay tan bellas como la palabra; y tienen tanta vida; y tanto origen; y tanto destino; y guardan tanto sentimiento; y tanta luz; y tanta sombra; y tanta muerte; y tantos adioses; y tanto odio; y tanto amor; y tanta mentira; y tanta verdad…
La palabra, principio y fin de tantas y tantas cosas. Hablar, y hablar, y hablar, y hablar…, y siempre hablar; y escuchar.
Permíteme jugar con las palabras igual que los niños y las niñas juegan los parques con sus peonzas, y sus balones, y sus ‘bicis’, y sus patines…, con sus amigos. Pues yo soy amigo de la palabra; y por eso, quiero compartir estos versos contigo, amigo; estos versos amiga, que por ti respiran.