Cualquier estación del año es buena para iniciar camino. De un tiempo a esta parte, siento cómo la felicidad me rodea y me hace sentir bien. Hace tiempo decidí emprender un nuevo camino, y esa hora cuando empiezo a sentir que me encuentro en paz conmigo. No sé si es porque si vuelvo la vista atrás, veo que es mucho mayor el camino recorrido que el que me queda por recorrer. Que me espera un horizonte, al que tod@s hemos de llegar, pero al que no tengo prisa por alcanzar.
Yo no sé si a vosotr@s os pasa, o os ha pasado. Preguntaros sobre la vida y el mundo; sobre de dónde venimos y hacia dónde vamos; sobre si este ritmo que llevamos es el adecuado o, en algún momento, llegaremos a colapsar; si la felicidad consiste en tener y acaparar, o va más por compartir y empatizar. No sé, preguntas que, creo, tienen difícil respuesta. O quizá no tanto. Quizá busquemos las respuestas demasiado lejos de donde podemos encontrarlas, si somos capaces de detenernos un instante.
He empezado a desaprender para volver a aprender. Creía saber muchas cosas, pero al detenerme e iniciar un nuevo camino, me he dado cuenta de cuán equivocado estaba. No sé el pensamiento de los demás al respecto, pero tampoco me condicionaría el conocerlo, al menos así lo pienso. Desaprender todo aquello que aprendí de manera incorrecta, pues estaba sujeta, esa enseñanza, a demasiados condicionantes: sociales, familiares, comunitarios, de creencias… Aprender a desaprender, puede ser el primer paso de un nuevo camino. De ahí, estos versos.
.
Si te apetece puedes escuchar el poema
.
No sé qué tiene este otoño
que se me antoja tan distinto
a otros ya vividos,
pero sus colores, contrastes y claroscuros,
dan sentido a esta mirada mía
que observa el pausado discurrir
de un Universo cambiante
tras cada nuevo amanecer.
Siento cómo mis sentidos sienten
todo aquello que a cada instante perciben
desde el mirar de mi mirada.
Cómo se eriza mi ajada piel
con la suave brisa que difuminan
los sueños que están por llegar.
Cómo late mi corazón desbocado
cuando el cálido cuerpo de la mujer que amo
se hace uno con el mío cuando me abraza.
Cómo se agudizan mis oídos
al escuchar el murmullo de los silencios
que palpitan entre verso y verso.
Cómo se inundan de salados mares
estos ojos que se abren al mundo
cuando mi pensamiento se detiene en mis hijas.
Nada regresará como antes fue
pues nada fue como ahora es,
solo debes ralentizar tu tempo…,
y observar.
No es necesario viajar
más allá del horizonte
para hallar aquello que quizá estemos buscando,
ni cargar nuestras alforjas
con objetos que carecen de verdadero valor,
pues lo más valioso
ni pesa, ni ocupa espacio alguno.
El lugar que buscamos
está más próximo de lo que cabría pensar.
No es un viaje fácil
incluso puede resultar doloroso, a veces,
pero en este caminar encontraremos
las respuestas a nuestras dudas
una vez que decidamos emprender camino.
Inicia ese viaje a tu interés
y solo cuando estés preparado,
sin prisas
sin límites
sin ataduras
sin condiciones…,
y cuando te encuentres,
escúchate,
háblate,
acompáñate,
y entonces, y solo entonces,
descubrirás que nunca has caminado solo.
.
😉
.
Nada regresará como antes fue
pues nada fue como ahora es,
Me encanta el poema Chema y como siempre, bellos versos recitados por ti.
Gracias, mi querida Amiga.
Me alegra saber que te ha gustado.
La poesía, como sabes, está en cualquier lugar, solo hace falta sentirla. Ahí está, esperando, a que la necesitemos.
Cuídate.
Besos