¿Alguna vez te has hablado? Piénsalo. Recapacita. Recuerda. Pregúntatelo sinceramente. ¿Alguna vez te has hablado? O solo has escuchado lo que otras y otros hablan de ti. Quizá estemos más pendientes de lo que l@s demás hablan de nosotros, que en hablarnos nosotros, de nosotros mismos. Es muy bueno, yo diría que esencial, escuchar. Escuchar mucho las voces que llegan de cualquier rumbo, para después poder opinar. Es muy bueno, yo diría que esencial, escucharnos; pero para eso debemos ser valientes, y hablarnos.
Puede suceder, no obstante, que si hace mucho tiempo que no te hablas, hayas olvidado cómo suena tu voz, y la confundas con todo el ruido de fondo que te rodea; que nos rodea. Y si nunca te has hablado, creo que ya es el momento de empezar a hacerlo. No lo demores más. El tiempo no espera. Pero hazlo con sinceridad. Sin miedo. Nadie sabe más de ti que tú mismo. Por lo tanto, te propongo, con estos versos, que te hables; quizá como nuca antes lo hiciste. Y una vez que comiences a hablarte, te escuches. Feliz escucha.