Son muchos y diversos los sentimientos que nos habitan, a todas y a todos, y esto es una obviedad. Los hay positivos y, por supuesto, negativos. Todo dependerá de cómo los ‘alimentemos’ para que unos dominen frente a otros. Pero, ¿sabemos reconocerlos? ¿Sabemos cómo gestionarlos? ¿Sabemos cómo podemos ‘anularlos’, si nos sentimos invadidos por su sombra? No es fácil, pero para ello debemos reconocer que ‘algo’ nos ocurre, que entristece y ensombrece nuestro corazón y, seguidamente, apartarlos. Y para eso lo mejor es conocernos. Saber, verdaderamente, lo que late en cada uno de nosotros y nosotras.
Vivir es un vaivén continuo, un laberinto trenzado, a veces, de caminos sin salida en los que podríamos perdernos. Para ello nada mejor que vivir despierto. Persiguiendo sueños, pero despiertos a la vida; tomando decisiones cada instante; pero despiertos a la vida; reconociendo nuestros errores e intentando enmendarlos, pero despiertos a la vida. A veces, algunos sentimientos negativos pueden llenar de sombras nuestro corazón y debemos, sí o sí, encontrar una solución que aparte cualquier atisbo de sombra de nuestro caminar diario. Permitidme, por favor, que comparta unos versos llegados del lugar en el que nacen los sueños. Feliz vida. Felices sueños.